Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://jessetmus785704.blog-gold.com/52540315/la-cámara-captó-el-cabezazo-de-zidane-y-cambió-todo